Hay almas que no pertenecen del todo a la tierra.
Almas que escuchan el mar aunque estén lejos de la costa.
Almas saladas, líquidas, antiguas. Como tú. Como yo.
Esta sección es un puerto para esas almas.
Un espacio donde el océano se revela como espejo del alma,
donde la ciencia y el misterio nadan juntos,
y donde cada criatura marina, cada roca, cada ave del viento
nos recuerda que formamos parte de un Todo invisible, conectado.
¿Qué encontrarás aquí?
En el Mar de las Almas Saladas confluyen varias corrientes:
💦 Mar del conocimiento
No todo el mundo se estremece ante una ola.
No todas las personas escuchan un susurro cuando el mar respira.
Y sin embargo, hay quienes se detienen, sin razón aparente, frente al horizonte. No porque busquen algo, sino porque saben que ahí, entre agua y cielo, hay algo que les pertenece.
Si alguna vez has sentido que el mar te habla sin palabras, si te conmueve una brisa salada sin explicación, si tu alma se llena sin hacer nada más que mirar el vaivén de las olas… puede que seas una alma salada.
🌊 El Mar interior
Hay un océano que no figura en los mapas.
Uno sin costas, sin brújulas, sin coordenadas.
Es un mar que no se navega con velas ni motores.
Se navega con silencio.
Ese mar está en ti.
Es profundo, salado, antiguo.
Y aunque no lo hayas pisado jamás, lo has sentido. En los sueños. En los vacíos. En los momentos en que todo afuera se detiene y lo único que permanece es una vibración muy leve, como un eco que viene desde dentro.
🎵 El Lenguaje del Océano
Hay veces en que el mar parece vivo. No sólo porque se mueve, o porque respira, o porque sus criaturas se deslizan entre sus pliegues. Vivo, en el sentido de que responde. Como si supiera que estamos ahí. Como si escuchara algo que no decimos, y lo contestara sin necesidad de palabras.
Para algunas personas esto puede sonar poético. Para otras, místico. Pero para quienes lo han sentido, no hay duda: el océano tiene un lenguaje propio, una forma de comunicarse que no pasa por lo racional, sino por la vibración. Por la intuición.
¿Por qué el mar?
Porque de él vinimos.
Porque guarda la memoria del mundo.
Porque sus criaturas se comunican sin hablar,
y sus bancos de peces giran sin líderes visibles,
como si una inteligencia colectiva los guiara desde dentro.
Porque lo que ocurre allá afuera también ocurre en ti.
¿Eres un alma salada?
Si algo en ti se mueve al ver una ola.
Si sientes que el mar guarda mensajes para ti.
Si sabes, sin saber por qué, que tú también vienes de las profundidades…
Entonces, este lugar es para ti.
Bienvenido/a a casa.
Bienvenido/a a Almas Saladas.